Ángeles santos. Creemos que los ángeles son seres creados y por lo tanto no deben ser adorados. Aunque son un orden más alto de creación que el hombre, han sido creados para servir a Dios y para adorarlo (Lucas 2:9–14; Hebreos 1:6–7, 14; 2:6–7; Apocalipsis 5:11–14; 19:10; 22:9).
Ángeles caídos. Creemos que Satanás es un ángel creado y el autor del pecado. El incurrió en el juicio de Dios al rebelarse en contra de su Creador (Isaías 14:12–17; Ezequiel 28:11–19), al llevar a varios ángeles con él en su 11 caída (Mateo 25:41; Apocalipsis 12:1–14), y al introducir el pecado en la raza humana por su tentación a Eva (Génesis 3:1–15).
Creemos que Satanás es el enemigo abierto y declarado de Dios y el hombre (Isaías 14:13–14; Mateo 4:1–11; Apocalipsis 12:9–10), el príncipe de este mundo, quien ha sido derrotado a través de la muerte y resurrección de Jesucristo (Romanos 16:20); y que será eternamente castigado en el lago de fuego (Isaías 14:12–17; Ezequiel 28:11–19; Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10).